Biblioteca

He aquí las obras de un tipo
Que escribe poesía sin ser poeta
El cual deja que su mano
Se convierta en un dios
Y su lápiz contenga
La tinta con que se trazan los destinos

Sujeto amante del tacto,
El tono y el tino...

jueves, 31 de enero de 2013

En soledad


El solitario vivía en un mundo que tenía apenas una casa, una y grande, con un árbol asombroso en su único patio florido con una flor de cada especie que cada vez que llegaba el sol del verano mostraban sus pistilos y hacían reverencias suntuosas hacia la luna dándole la espalda al sol.
Un día El solitario salió a caminar solo, solamente por placer, hasta el único río que existía en su planeta, el único río que él veía en su vida, con la misma piedra y la misma montaña a su alrededor . Al llegar allí miró su reflejo en el agua y una sola nube que posada sobre su cabeza a miles de kilómetros en el cielo comenzó a deshacerse en una lluvia tan tupida que incluso costaba mirar el horizonte. El solitario al darse cuenta de la lluvia se alegró y volvió a mirar su reflejo, mas esta vez en su corazón se anidó la tristeza al constatar de una vez por todas que en su mundo se encontraba solo, ya que incluso su reflejo no estaba exento de desvanecerse.
Algunos días después del suceso con el reflejo, El solitario percibió algo en la lejanía en uno de sus paseos al río, veía dos casas, con dos árboles cada una, que sobresalían desde su patio. Debido a lo impresionado que se encontraba al ver esta realidad decidió acercarse y encontró no muy lejos a más gente, que, a diferencia de él, no vivían solos, si no que tenían familias. El solitario no lo podía creer; no entendía nada de lo que pasaba hasta que una de las personas que se encontraba de visita en una de las casas le dijo -al darse cuenta de sus dudas-:
- Lo que sucede es fácil, abriste tu mundo…

miércoles, 30 de enero de 2013

Introducción para un poemario

Te escribo una carta, un libro, un poema.
Te dibujo ideas y un cuadro en mi cabeza.
Te compongo las más bellas canciones;
pero ni las cartas, ni los libros,
ni los poemas que te escribo;
ni las ideas o los cuadros que te dibujo;
ni las canciones que te compongo,
ni nada de lo que hago es para ti.

sábado, 26 de enero de 2013

miércoles, 16 de enero de 2013

Dos poemas con un fin común

Introducción para pensar y reflexionar

...

Explicación del poema anterior

Para pensar y reflexionar
solo basta un antecesor:
los puntos suspensivos
No se necesita nada más
pues la invitación está inplícita